Científico

Los Modelos del Sueño - Dos procesos de regulación

Existe un modelo ampliamente reconocido para regulación del Sueño. Este modelo toma en cuenta nuestra necesidad de sueño, y nuestro reloj interno para descansar.

RM
Dra. Paola Encarnación
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Los modelos son representaciones de hipótesis o ideas que nos permiten pensar y explicar el comportamiento de fenómenos naturales. En la ciencia del Sueño, el modelo más aceptado de la regulación de sueño, esto es, los factores que influyen en el inicio, mantenimiento, progresión y finalización del sueño, es el llamado modelo de dos procesos, propuesto por Alexander Borbély (2016) en la universidad de Zúrich a principio de los años 80 del siglo XX. Este modelo asigna a la interacción de un mecanismo homeostático denominado proceso S y a otro circadiano o proceso C, la organización y regulación del sueño.

El proceso S refleja la necesidad de dormir como una consecuencia directa y proporcional de la vigilia previa, así cuanto más tiempo llevamos despiertos más intensa es la propensión al sueño.

El proceso C refleja la oscilación de reloj circadiano, situado en el núcleo supraquiasmático (NSQ), en el hipotálamo anterior, cuya señal en condiciones normales en adultos tiene un periodo de 24 horas. La actividad del NSQ arrastra y sincroniza muchas otras funciones del sistema nervioso central, así como del resto de osciladores rítmicos en diferentes tejidos del organismo. EL NSQ funciona como la cúspide jerárquica de los ritmos biológicos y es el encargado de sincronizar todos ellos. Uno de sus mensajeros es la secreción de la hormona melatonina por la glándula pineal.

La melatonina es la molécula de la oscuridad y su secreción se produce con cierta antelación al inicio del sueño nocturno. El NSQ está conectado con muchas otras regiones del hipotálamo que regulan la secreción de hormonas, la temperatura corporal, el apetito, etc. Una de las manifestaciones más evidentes del ciclo sueño-vigilia es la actividad del sistema nervioso autónomo (SNA). En su vertiente simpática, el SNA se asocia a la actividad y, en su vertiente parasimpática, se relaciona con el reposo. Así, la actividad simpática aumenta la frecuencia cardiaca y la tensión arterial y la actividad parasimpática las disminuye. Las regiones del hipotálamo que controlan ambos sistemas están íntimamente asociadas, en el caso del sistema simpático a la vigilia en hipotálamo lateral y en el caso del parasimpático al sueño en el hipotálamo anterior.