Detox
El Detox más Eficiente que Tiene Nuestro Cuerpo es el Sueño.
Con frecuencia recurrimos a pócimas modernas para destoxificar el cuerpo. Pero ¿sabías que esta es la función del sueño?
Uno de los hallazgos más relevantes en relación con las funciones del sueño se realizó en el Laboratorio de la Glía de la Universidad de Rochester por el grupo liderado por la investigadora danesa Maiken Nedergaard (2020). Este equipo encontró que el cerebro no cuenta con un drenaje linfático para sus desechos metabólicos. Para eso utiliza un tipo de neuronas especiales llamadas astrocitos (celulas en forma de estrella). Este mecanismo de eliminación de desechos de nuestro cerebro se activa con mayor potencia durante el sueño, principalmente durante el sueño profundo.
Los experimentos demostraban que, en animales de experimentación, el acúmulo de proteína beta amiloide que se producía durante el día en el espacio intersticial neuronal era eliminado de forma más eficiente debido a que estos astrocitos modificaban su forma para aumentar el volumen del espacio intersticial durante el sueño. Este mecanismo se debe a que los astrocitos que rodean los capilares cerebrales, lo que permite un flujo de estas sustencias de desecho hacia el drenaje linfático más cercano fuera del cerebro.
Durante el sueño hay un aumento del espacio intersticial que favorece el desecho de toxinas del cerebro y disminuye la resistencia haciendo mucho más eficaz la retirada de estas sustancias. En estudios recientes en el ser humano se ha comprobado cómo la concentración de estas sustancias, en especial el péptido beta amiloide aumenta en el cerebro si hay una reducción y fragmentación del sueño.
Desde principios del siglo XX la evidencia que la falta de sueño aumentaba la somnolencia exponencialmente llevó a la hipótesis de la existencia de sustancias promotoras el sueño que se acumulaban durante la vigilia; el investigador francés Henri Piéron denominó a esta sustancia desconocida hipnotoxina (o toxinas del sueño). La hipótesis de su existencia se basaba en que, al privar a perros de sueño durante días y transferir su líquido cefalorraquídeo a otros perros que habían dormido bien, estos últimos se dormían. La hipnotoxina ha sido casi un mito para los investigadores del sueño durante décadas, no exento en algunos casos del interés de curar el insomnio. Sin embargo, no ha sido hasta finales del siglo XX en que se ha ido configurando la hipótesis que apunta a la adenosina como el mediador más probable del proceso homeostático. La adenosina, que sería una molécula producto del metabolismo del ATP, cuyo consumo estaría aumentado durante la actividad de la vigilia, actuaria a su vez como marcador del proceso homeostático del sueño. El acúmulo de adenosina en regiones del reguladoras del sueño del cerebro funcionan como un marcador del inicio del sueño.